Táctica y estrategia según el laserista torpe. Parte II

Viene de aquí ...

Navegando en popa, atendiendo al viento, el principio es el mismo, en el caso de role oscilante debemos navegar en el bordo que nos acerque más a la boya. De esta forma, traslucharemos siempre que el viento se nos venga a la popa. Si el role es permanente navegaremos hacia el lado del campo contrario hacia donde pensamos que rolará el viento. Pero !ojo¡ en las popas entra en juego un nuevo factor más importante, sobre todo en la vela ligera, y es la OLA.

La ola es tan importante en las popas que anula los efectos el viento o la corriente. El láser, como la mayoría de los barcos de vela ligera, planea. La diferencia de velocidad entre navegar "en régimen de desplazamiento" o planeando es enorme, por lo que en las popas, es muy importante tener en cuenta la ola y su dirección. Con vientos suaves la ola y el viento suelen tener la misma dirección, pero cuando no coinciden es esencial elegir el bordo en el que el barco planee el  mayor tiempo posible. En este caso la diferencia de velocidad es tan importante que en algunos casos elimina la ventaja que pueda dar un role.

Si se dan las condiciones, es mejor sacrificar un bordo que pueda ser directo a boya, por otro que no lo es pero que nos hace planear. La habilidad del laserista consiste en hacer planear al barco sin perder una ola y haciendo que el planeo se alargue lo máximo posible. Pero este es asunto para otro post, porque yo todavía no sé hacerlo durar ;)

Otro de los factores que afectan a la estrategia, es la corriente. La corriente afecta a la flota sobre todo los días de poco viento, ya que si el viento es medio o fuerte, las velocidades de los barcos son mucho mayores que las generadas por ella, pero sobre todo es muy importante en la salida. Hay que saber hacia donde nos empuja, y que efecto tiene. No podemos acercarnos demasiado a la línea en los últimos segundo si la corriente nos empuja fuera de línea.

La corriente con la que suelo navegar es de marea, y es muy predecible, ya que los horarios de marea están bastante marcados. Pero aun así, es bueno conocer su dirección sin contar con las mareas. Lo que yo suelo hacer los días de poco viento es acercarme a una boya del recorrido (generalmente, la de salida) y fijarme en el agua que rodea a la boya y el cabo de fondeo. Si la boya deja una estela y el cabo de fondeo apunta claramente  en una dirección es que hay corriente. La corriente será más fuerte cuanto más clara sea la estela que deja la boya.

Las corrientes a favor o en contra del viento se deben tener en cuenta en la salidas, para no quedarse atrás o salir fuera de línea. Las corrientes con direcciones laterales son distintas. Yo nunca he navegado una regata con corriente lateral, pero por lo visto la teoría díce que se ha de navegar la mayor parte del tiempo en el bordo que contrarresta esa corriente. Por ejemplo, si la corriente viene de la izquierda se navegará hacia ese lado.

Otra vez, como con el viento, es imortante conocer el campo, ya que la corrinte depende mucho del fondo. Esto es notorio cuando el campo está  muy cerca de la costa. Cuanto menor es la profundidad, menor es la velocidad de la corriente, así que si ésta corre a nuestro favor, nos conviene navegar por la parte del campo más alejada de la costa, y al contrario si viene en contra.

Navegar en las cercanías de la desembocadura de un río (o en un río) hace que la corriente sea a veces la que "mande" a la hora de elegir la estrategia.

Continua ...

Vídeos y fotos de la VI Regata Aister, Liceo Marítimo de Bouzas.

Ya se han colgado las fotos y el vídeo de la VI Regata Aister del Liceo Marítimo de Bouzas, y como no me puedo aguantar las ganas las cuelgo en el blog.


Las fotos están colgadas aquí aunque sé que el club las envía en un dvd a cada participante. Espero que disfrutéis el vídeo y las fotos tanto como yo.

Táctica y estrategia según el laserista torpe. Parte I.

Estas dos palabras tienen un significado muy parecido. Según el diccionario de la RAE la táctica es "el método o sistema para ejecutar o conseguir algo", y la estrategia es "en un proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento". El caso es que en lo que a la vela se refiere, y según lo que he podido leer, la estrategia trata sobre las acciones a tomar durante la competición en función de los distintos parámetros que afectan a nuestro barco (viento, evolución meteorológica, corrientes, reglamento ... etc), mientras que la táctica consite en definir las posiciones más idóneas de nuestro barco en relación a la flota, para obetener así el mejor puesto posible.

Estrategia sería elegir el lado del campo por el que queremos navegar durante la primera ceñida, por ejemplo, por que esperamos un role hacia ese lado, o porque sabemos que la corriente en contra es menor en esa parte del campo. Táctica sería decidir virar en un momento dado para no separarse mucho de la flota.

Esta parte de la vela es la más complicada de aprender, de hecho yo creo que nunca se aprende del todo, y muchos de los mejores regatistas, creo que las eligen casi por instinto, educado a lo largo de años y años de competición. En un momento dado pueden existir dos buenas razones de peso, una para decidir virar, y otra para decidir continuar en el mismo bordo. El regatista experto elegirá, según mi opinión, basándose en gran parte en su instinto, que no es más que la fuerza interior que le lleva a hacer lo que ha experiementado durante su vida como regatista.

Todo lo que escribo aquí es una mezcla de lo que he leído y lo que he visto en el agua. No soy ningún medallista olímpico ni muchísimo menos, y aunque lo fuese, lo que escribo es una forma de ver las cosas, no la única. Este razonamiento que viene ahora a muchos les parecerá incompleto o inexacto, pero es que esto de la táctica y la estrategia me parece tan misterioso que esta serie de post son más un intento de ordenar mis ideas que un criterio o un consejo a seguir por nadie, así que ahí va.

Existen muchas ayudas que se pueden utilizar y que proporcionan datos muy útiles y exactos, pero el instinto del experto puede llevarle a ignorarlos todos y tomar una decisión en contra de ellos. Además la única ayuda permitida por la clase láser es el compás táctico.

Para definir una estrategia, que como parece ser depende el viento, corrientes, tendencias,... es importante saber identificarlas. Lo primero a identificar es los roles del viento.

Yo clasificaría el problema del viento en una regata en dos formas de ver el recorrido. Una primera forma consiste en definir la estrategia basándose en la dirección del viento (problema de la dirección), la segunda, y que a veces no se tiene en cuenta se basa en elegir la estrategia en función de la intensidad (problema de la presión).

Empezamos por el problema de la presión. Se resume diciendo que hemos de navegar por donde haya más viento. Es una "perogrullada", sí, pero a veces lo obvio se olvida. De nada vale navegar con un ángulo de ceñida estupendo si vemos que el bordo nos lleva a una zona del campo en la que el viento es menor. Nos quedaremos parados.

Basándose en la dirección del viento para elegir la estrategia habrá que ver primero como varía este.

El viento rola, varía de dirección. Cuando cambia de dirección cada poco tiempo (10-15 min), pero en general mantiene una dirección media estable, al cambio de dirección se le llama "role oscilante", porque la dirección del viento oscila a derecha e izquierda de un valor medio. En general, este es el tipo de viento que se encuentra en una regata de vela ligera.

Existe otro tipo de role, que sería el llamado "role permanente". Este cambio de viento varia lenta pero continuamente en una dirección y ya no vuelve a la original. Normalmente, cuando un role permanente ocurre en una regata de vela ligera, o en un barlovento-sotavento en una regata de crucero, y es mayor de 40º a uno u otro lado, el comité suele anular la manga, porque se considera que las condiciones del recorrido han variado demasiado. En una prueba en línea (recorrido costero o regata larga de crucero) los roles permanentes forman parte del juego y las mangas no se anulan por esta razón.

La estrategia a seguir en un role oscilante sería la de navegar siempre en el bordo que más nos acerque a la boya. Para eso se puede usar el compás táctico que de forma muy exacta mide los roles de viento. Sin un compás hay que usar el ojo para saber si se navega en el rumbo adecuado. Como consejo para torpes es útil en ceñida, recordar la frase "Si me obliga a caer, viro. Si me hace orzar aguanto".


Si por el contrario el role es permanente, la estrategia es virar hacia el lado del campo hacia el que creemos que rolará el viento. En ese caso es importante virar cuanto antes hacia el lado donde esperamos que role el viento, olvidándonos de que debemos pasar por la popa de casi toda la flota.


Hasta aquí todo bien, pero ¿como se sabe que tipo de role tendremos?. Pues como regla general si el viento está entablado (es estable y "llena" todo el campo) los roles serán oscilantes. Si navegamos un día de calor con poco viento, en una bahía los roles suelen ser permanentes por que el viento suele tener origen térmico. Ojo con esto no quiero decir que todos los vientos térmicos generen roles permanentes.


Es importantísimo conocer el campo. Habla con gente que haya navegado antes en el campo de regata, por que las tendencias generales se suelen cumplir. Por ejemplo, un viento de NE en la ría de Vigo, de intensidad media suele traer roles oscilantes.


Continúa aquí....

Final de la VI Regata Aister de solitarios y a 2.

Otro día de viento, esta vez con sol y calorcito, el que tuvimos ayer en la VI Regata Aister de solitarios y a 2 del Liceo Marítimo de Bouzas, puntuable para el circuito de la especialidad de la Federación Galega de Vela.

Vientecillo del NE entre 17 y 25 nudos, para un recorrido de 21 millas desde sa salida, ceñida hasta la boya del Lousal, cerca de rande, y popa hasta la boya de bondaña, en la isla de Toralla, para volver de nuevo al lousal y llegada en bouzas.
Momentos antes de la salida. Foto Loreto Blanco.
Salimos de la dársena de bouzas con el rizo montado en la mayor, pero en la presalida parece que el viento amaina un poco así que decidimos quitarlo y llevar la mayor a tope. Salida regular y ceñida a trompicones hasta la boya de lousal. Hacer las cosas a dos lleva un poco más de tiempo, por ejemplo virar es más complicado. El que lleva la caña tiene que dejar tiempo para que el de las escotas consiga que el pujamen de la vela no pase por encima de los candeleros de la nueva banda. Eso hace que las viradas sean más lentas y el barco se para bastante, por lo que es importante hacer pocas viradas, sobre todo con mucho viento.

. Boya del Lousal en rande, Vigo. Foto Loreto Blanco, mucho talento detrás de la lente
En la última virada antes de la boya de barlovento el aro salvavidas decidió darse un baño a 30 m de la arribada, pero entre soltar la trapa y escota de mayor, escota de génova, pujámen, backstay y destensar drizas, tardamos un rato en halarlo de nuevo al barco. Mientras tanto, aprovechando la oportunidad Loreto Blanco nos sacó esta foto paseando al salvavidas por la ría de Vigo. Una foto preciosa por el cielo con las nubes rasgadas, el color del agua y que además, va mucho con el título del blog.

La popa fue de unas 7 millas hasta Toralla, pero ya desde el principio el Arroutado II de Jacobo Vecino y Brenda Maure se veían entre los primeros, y al final hicieron valer su buena mano.
Arroutado II, Jacobo Vecino y Brenda Maura, ganador VI Regata Aister categoría a 2. Foto Loreto Blanco.
Siempre por delante de la flota en tiempo real, el Sun Legende 41, Menudeta de Víctor Carrión y Guillermo Hompaneda. Foto Loreto Blanco.
En la segunda ceñida decidimos relajarnos un poco y usar las matemáticas. Nos fijamos en el compás y fuimos siguiendo los roles uno a uno. No nos fue mal, y es que cuando navegamos disfrutando se navega más rápido. Vimos un babor estribor de los de manual entre el Arroutado II y el Lobeira Chica, un Sun Odissey 39i del C.N. de Combarro, casi hubo astillas, y al final el Lobeira, de Estela Lago y Roberto Rodríguez rifó su vela mayor al dar las vueltas de penalización. Desde ese momento solo pudo navegar con un génova.

Lobeira Chica, Sun Odissey 39i. Foto Loreto Blanco.
En la categoría de solitarios tuvieron otro día duro, y es que cuando sea mayor quiero ser como ellos ...

Vento Sur, Ro300 Antonio Fernandez, C.N. Caramiñal, ganador absoluto Solitarios Aister 2011. Foto Loreto Blanco.
Este barco apareció a media mañana. Es el Pogoria, un viejo conocido de la Cutty Sark Tall Ships, de su parada en Vigo en  1998. Foto Loreto Blanco.

No se pierde una, el Iumar de Rui Peixoto, DFH Guimaraes. Cinco ediciones de la Aister y cinco segundos puestos. !Áinmo Rui, o ano proximo é a tua, pa!

Nuestro gemelo el First 35s5 Baltea de Pablo y Jesús Blanco, rompió la mayor casi al principio, pero en vez de retirarse acabó la prueba con el génova, eso es espíritu de competición.
Al final, una regata estupenda y para rematar cena de entrega de trofeos con anuncio del sponsor principal, AISTER MARINAS, de que el año que viene continuará con la regata. Una alegría, y si además, haces un 2º puesto en la clase, no te digo na ...

VI Regata Aister, solitarios y a 2. Primera prueba.

Muy cansado, con los ojos rojos de la salitre y con mal de tierra, ese mareo que te entra cuando llegas a puerto y se te mueve el suelo bajo los pies. La primera prueba de la VI Regata Aister ha sido de esas que cuesta acabar (10 barcos retirados), chuvascos, mar de fondo, y viento fuerte del SW para un recorrido de 31,1 millas náuticas con paso por el faro del camouco, en las islas Ons.

Todo el que ha navegado a 2 o en solitario en un crucero, sabe que todo cuesta más en una regata de tripulación reducida, en tiempo y en esfuerzo, y si además hay viento, más aun. Navegar a dos exige bastante fondo físico, compenetración y que ambos tripulantes se anticipen a lo que va pasar en cada momento, por que si la maniobra no está preparada en el momento que ha de hacerse se pierden  metros de barlovento, nudos de velocidad y puestos en la clasificación final.

A las 11 de la mañana se dio la salida para el recorrido nº 3 hasta el faro del camouco. Ya antes de pasar la boya de desmarque, se produjo el primer retirado, y al paso por cabo home, a la salida de la ría, ya había tres o cuatro ... Del desmarque hasta la salida de la ría el rumbo era un descuartelar, que juntó bastante los rumbos en un mar más picado a medida que salíamos de la ría. 

En la salida norte de la ría el mar creció, y con el viento en un través/largo el balanceo era importante. Sin spi, el barco planeaba las olas de popa e incluso en un tramo navegamos a "orejas de burro" porque izar y controlar el spi con semejante baile era algo que se nos escapaba de nivel. El tramo hacia el faro nos pasó nuestro barco gemelo (otro Beneteau First 35s5, el Baltea) con el que tuvimos un tira y afloja toda la prueba.

Al virar el faro empezó la ceñida de vuelta. Decidimos al poco tiempo tomar un rizo, y nos fue bien durante la primera mitad de la ceñida. El barco pasaba mejor la ola que era bastante complicada, al mezclarse el mar de viento del SW con un mar de fondo del W. Cuando navegábamos en el pico del mar de fondo el viento se venía a la proa, por que la ola nos empujaba haciendo crecer el aparente, pero en los valles el barco se paraba y el viento se abría, con lo que había que orzar para mantener la escora. Entre el mar de fondo había que superar la ola corta que creaba el viento, así que el mar resultante no era nada fácil de negociar.

La segunda mitad de la ceñida de vuelta a la ría de Vigo, entró un chuvasco que nos quitó las referencias con tierra y el resto de barcos. El mar de viento se aplanó un poco por la lluvia, que dolía en la cara al mirar a barlovento, no hizo frío, pero nos mojamos bastante. Al cabo de media hora el chuvasco remitió, y nos dimos cuenta de que podíamos desmontar el rizo que habíamos tomado en la mayor, porque el viento había bajado a unos "asumibles" 15 - 20 nudos. Pero el cabo del balumero se había liado con el del rizo, bloqeando la polea en la cabeza de la botavara. Siempre podíamos cortar el cabo del rizo, lo que soltaría la mayor  de golpe, pero decidimos que era mejor no tentar a la suerte con una botavara suelta por la cubierta con 20 nudos en la proa.

Conseguimos pasar Cabo Home y volver a entrar en la ría, después de unas cuantas viradas para salvar el cabo, iniciando un través hacia la boya de  Bondaña,  cerca de la Isla de Toralla. Trasluchamos, y como el viento baja bastante decidimos izar el spi, que nos lleva hacia el interior de la ría y hacia la meta en Bouzas.

Al final resulta que estamos quintos en nuestra clase, nos sabe a poco por que el barco con viento puede hacerlo mejor, pero nosotros no sabemos como ;). Aun así no está nada perdido, por que queda otra prueba para conocer el ganador de esta VI Regata Aister, así que el sábado que viene ¡¡más acción!!.

Fotos y vídeos en cuanto los tenga estarán colgados.

Semana "cargadita". VI Trofeo Aister Solitarios y a 2, Liceo Marítimo de Bouzas

Este fin de semana tengo un dilema. Y es que se celebra el IV Trofeo Granitos Ibéricos para la clase Láser, organizado por el C. M. Canido, y además la VI Regata Aister de solitarios y "a 2" para la clase crucero, organizada por el Liceo Marítimo de Bouzas, ambas en la ría de Vigo. La regata de láser es clasificatoria para el circuito Gallego de láser, pero la Aister es la regata más importante de mi club, el Liceo. Así que voy a tener que repartirme entre los dos eventos, y solo podre navegar el sábado en láser y el domingo estaré en la primera prueba de la Aister.
La regata Aister ya llega a su sexta edición, dentro del campeonato Gallego de Solitarios y A 2, organizado por la Federación Gallega de Vela. Consta de dos pruebas que se corren en los alrededores de las rías de Vigo y Pontevedra, los días 8 y 14 de mayo. El anuncio de regata y la hoja de inscripción ya están disponibles.

Este año repetiré en la categoría de a 2 tripulantes. Espero poder hacer el recorrido típico de esta regata, que consiste en rodear las Islas Cíes por el exterior y volver a la ría de Vigo.

De vuelta de Mallorca.

Ya estoy de vuelta de Mallorca, y me ha encantado volver a navegar en mediterráneo, con ese azul turquesa tan profundo y esa luz especial.

Todo empezó en el puerto de Andraxt, al E de Mallorca, donde me reuní con el dueño del barco, un Elan 333 de 9,99 m de eslora recién comprado y que me ha causado una muy buena impresión. Un barco muy bien acabado y con unos interiores robustos y funcionales. Todo el acastillaje de cubierta es Harken, y la jarcia de la casa Selden

El barco está equipado con radar y sistema AIS, algo que da mucha tranquilidad por la noche, y fue lo que más usamos, por que el tráfico, sobre todo en el segundo tramo de la travesía fue bastante intenso.

Salimos de Andraxt sobre las 16 h con un viento de proa iba muriendo poco a poco. Dejamos al través de estribor la isla de dragonera, y enfilamos directos hacia Valencia.

Isla de Dragonera
Antes de que se puesiese el sol ya se adivinaba Ibiza en el horizonte, apareciendo por la amura de babor, en ese momento recibimos la visita de un par de delfines, que vinieron a jugar con la ola de proa, pero que en cuanto nos vieron el careto escaparon y no los volvimos a ver.


La luz del Mediterráneo
Este carguero nos cruzó la proa aun de día.

Un sol muy grande, justo antes de ponerse.
 Poco a poco se hizo de noche, y empezamos a prepararnos para las guardias. Tuvimos suerte con el tiempo, la noche fue despejada y no hizo mucho frío, así que sentado en la bañera se podían ver todas las estrellas del cielo entre vistazo y vistazo a la proa y el radar.
El AIS funcionando en plena noche.

AIS (Automatic Identification System) es un sistema de navegación que identifica y proporciona información de rumbo, velocidad, a otros barcos o estaciones que dispongan del sistema. Con esa información se vé claramente cual es el rumbo que sigue cada barco, y si existe una situación comprometida con el tráfico en cada momento. El software que trata la señal AIS, calcula las intersecciones y avisa si existe algún riesgo. Por supuesto, no todos los barcos disponen de AIS, por lo que hay que estar siempre atento a todas las luces que se ven el horizonte, especialmente los pesqueros, que dan poco eco en el radar.

Organizamos las guardias turnándonos para dormir y velar cada dos horas entre el patrón y yo, anotando la posición, rumbo, velocidad y hora en cada cambio de guardia. La única pega de todo el viaje es que el viento sopló de proa toda la noche, haciendo que no pudiésemos navegar a vela en toda la travesía. :(

Ya de día, llegando a Valencia, encontramos todo el tráfico de salida y entrada al puerto, y el tamaño de los barcos a veces impresiona bastante. En concreto, el de la siguiente foto venía desde el SE hacia Valencia y ya desde 5 millas de distancia el AIS comenzó a a avisar de que había problemas. La marcación con este barco no variaba a medida que nos acercábamos, pero a medida que nos acercábamos a puerto sábiamos que él tendría que aminorar. Además al vernos él en su costado de estribor la preferencia era nuestra (navegábamos a motor).


Al final, así fue y pasamos su proa a 2 cables, mientras la lancha del práctico del puerto de Valencia se acercaba para desembarcar al piloto.


Una vez amarrados en Valencia, empezó lo duro, ya que hubo que desmontar las velas, la jarcia entera y la antena del radar para que al día siguiente pudiésemos cargar todo en el camión que llevaría el barco a Vigo.


Recién llegados al R.C.N. de Valencia.

Desmontar velas y botavara fue fácil, pero el palo fue un poco más difícil. El palo del barco traspasa la cubierta a través de su fogonadura hasta apoyar en la orza, por lo que para desmontarlo hay que levantar el palo 2 m antes de que quede libre. La grúa del RCN de Valencia daba la altura justa y la operación fue bastante delicada, pero al final de la tarde teníamos el palo en el suelo y "embalado" para cargarlo en el camión.
Una foto del palo ya desmontado, con parte de la flota valenciana de Platú al fondo.

La antena de radar aun dio algún que otro problema, y acabamos de desmontarla a las once y media de la noche. Total, que fue un día muy largo después de una noche entera de navegación.

Al día siguiente, izada en el travel lift y carga en la góndola de transporte que llevaría el barco hasta Vigo. Cepelludu, la empresa que se encargó del trabajo conocía bien este tipo de transportes, y la carga se hizo con mucho cuidado y protegiendo las partes sensibles del barco para el largo viaje.

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