Velero Quechulo, 1995.

Esta es una entrada que trata un tema triste. Cuenta el hundimiento del velero Quechulo, que participaba en la regata Castrosúa el 25 de julio de 1995. Toda mi vida náutica he oído hablar de este famoso hundimiento, en el que los dos tripulantes del Quechulo, Juan Lampón y Toño del Río, ambos rondando los 18 años, murieron en circunstancias que aun hoy levantan emociones entre la comunidad de la vela gallega y también en la marina mercante, en cuanto a la actuación de Salvamento Marítimo aquella noche.

Para ponerse en situación es bueno saber que la Regata Castrosúa es una de las primeras pruebas que se hacía en la costa de Galicia en la modalidad de dos tripulantes y en solitario. Siempre ha sido una regata dura, porque el recorrido serpentea entre las entradas, bajos, islas y cabos de las Rías Baixas gallegas. Para los que conocen las rías, será fácil imaginar la cantidad de roles, subidas y bajadas de viento que conlleva navegar entrando y salendo de cada ría, y por lo tanto la cantidad de maniobras que esto implica. De las 24-36 horas que suele durar esta regata pocas permiten descanso con continuas maniobras y cambios de velas, y esto en parte, fue lo que hizo famosa en aquella época a la regata.

Después de un parón de unos años, la Castrosúa sigue celebrándose cada año, e inevitáblemente el recuerdo de las circunstancias que rodearon el hundimiento del Quechulo y lo que pasó y no pasó en las horas siguientes, siguen macando cada edición para recordar a todo el mundo los riesgos que se corren al salir al mar.

Aquella noche de verano del 25 de julio de 1995 con luna casi nueva y mar en relativa calma el Quechulo, con base en A Pobra do Caramiñal, participaba en la regata Castrosua. Ese día es festivo en Galicia, por ser el día del patrón Santiago Apóstol y es común que en pleno verano se celebren fiestas en los pueblos de la costa con fuegos artificiales incluidos.

Por lo que he podido saber, el Quechulo navegaba al sur de las islas ons, en la entrada de la Ría de Pontevedra la última vez que se supo de él ese día. Participantes en la regata comunicaron a el avistamiento de bengalas esa noche, . A medida que los barcos iban llegando a puerto después de completar la regata, se empezó a echar de menos al Quechulo, hasta que las familias de Juan Lampón y Toño del Río se preocuparon de verdad, y decidieron llamar directamente a Salvamento Marítimo. Y aquí empieza la polémica, porque la actuación de SM esa noche se acabó analizando minuto a minuto en un juicio en el que no se encontró culpable, pero que debió hacer revolverse a más de uno en su sillón.

Ciñéndome a los hechos, el cuerpo sin vida de Juan Lampón fue encontrado por un buque de guerra Holandés días después flotando a la deriva al W de las slas Cíes, con el chaleco puesto y la anilla de una bengala aun en uno de sus dedos. Toño del Río fue encontrado por un pesquero en la misma zona.
Foto del buque Ro-Ro Cervantes. http://www.spanishshipping.com/

Durante el juicio que se celebró en 1998, se consideró la posibilidad de que el Quechulo hubiese sido abordado por un buque carga tipo RO-RO (Roll in - Roll out) que navegaba esa noche por la zona, de nombre "Cervantes". Este barco hacía transportes de automóviles producidos por Citroën entre Vigo y puertos de la costa francesa con mucha frecuencia, y llegó a ser famoso en la ría por sus años de servicio. Fue vendido  por la armadora hace pocos años y trasladado al Golfo Pérsico por lo que he leído. El caso es que su capitán y primer oficial aquella noche declararon como imputados en el juicio que se celebró, y no se encontró evidencia de que hubiesen abordado al Quechulo.

Poco después de que el jucio terminase, dos pesqueros de Riveira recuperaron los restos del Quechulo en el año 2000. Informes periciales basados en los restos confirmaron la posbilidad del abordaje, y se tuvieron en cuenta en el recurso que siguió durante el 2001.


Fotos retiradas de http.//www.lavozdegalicia.es

En la sentencia del recurso de Noviembre de 2012, se habla de marcas de pintura en el palo recuperado del Quechulo, pintura similar a la utilzada por el Cervantes para su casco, del cambio de rumbo del Cervantes a la hora aproximada del posible abordaje, y de las horas de avistamiento de las bengalas posteriores a la hipotéctica colisión. Incluso se habla de la anilla de la bengala encontrada en el dedo de uno de los tripulantes, calificándola de "no ser prueba irrefutable" de que el avistamiento de señales comunicado a SM fuese el producido por la bengala del Quechulo. También se dice que el Cervantes no tenía comuncación de que navegase por una zona con barcos en regata, y no se excluyen otras posibilidades, como que el Quechulo chocase con otra embarcación, que hubiese tocado fondo o que el hundimiento se debiese a un golpe de mar.

Salvamento Marítimo también se vió implicado en las acusaciones debido a la respuesta que dió ante las llamadas de las familias de Juan y Antón. Se pudo demostrar que ambos murieron por hipotermia, y se sembraron dudas sobre la rapidez de la respuesta que el servicio dio aquella noche. La actuación de SM quedó en entredicho, y varios de sus responsables y técnicos declararon en el juicio como imputados, pero finalmente los tribunales no encontraron responsablidad alguna que implicase a alguien en este triste suceso. Como nota indicativa de como se trata el asunto en SM, en la memoria económca del 2009 se consigna una provisión para "responsabilidades" de 150.000,36 euros, citando expresamente el caso del Quechulo, y además se añade que "Al cierre del ejercicio, la Sociedad no tiene conocimiento de la Resolución de dichas reclamaciones".

En el 2006 se produjo el documental "Que non che pase nada" en el que se cuenta el caso del Quechulo, y que os pongo a continuación. Como se puede ver las pasiones siguen encendidas. Está en su mayor parte en gallego, pero creo que se puede entender alguna cosilla fácilmente.




A raiz de este y otros incidentes en regatas, la Administración Española promulgó el Real Decreto 62/2008 que regula las pruebas náutico-deportivas, y que entre otras cosas exige un permiso de la Capitanía Marítima de la zona para organizar cada evento, que debe contar con los recursos de seguridad adecuados, la comunicación necesaria a todos los sistemas de tráfico y salvamento, y detalla las características de las embarcaciones que participen.

Quiero indicar que toda la infomación que he relatado aquí ha sido sacada de entre la que hay disponible en internet. Yo no tengo ninguna relación con ninguna de las partes, ni tampoco intencón de ningún tipo. Simplemente he creído que el tema es interesante para publicar en el blog.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hasta que pasan las cosas , no se toman en serio las recomendaciones del sentido comun... y cuando pasan , se regula todo de tal forma que es mas costoso el collar que el perro !

Anónimo dijo...

Descansen en paz.Menuda tragedia.Navegar de noche es precioso y regatear lo es más, pero también tiene grandes riesgos.
Afortunadamente hoy en dia los medios técnicos han mejorado mucho, intuyendo el seguimiento de los barcos.
La Castrosua era una regara espectacular.

Anónimo dijo...

Hago este comentario para advertir que tenéis varios errores en el artículo.
Participé ese año en la Castrosúa y conocía personalmente a los dos fallecidos (D.E.P.)
Primero, la fecha de la regata está mal, fue en el mes de Junio de 1995, exactamente el 24 de Junio a las 12:00 se dio la salida en Vilagarcía de Arousa.
Segundo, la noche era muy buena hasta más o menos las 01:00 de la madrugada en que estábamos virando al sur de Boeiro (islote al sur de Cíes). A partir de ese momento, se levantó bastante viento y mucho mar. Tanto que a nosotros nos reventó el génova y tuve que ir a proa con línea de vida y a gatas...
Tercero, decir que esa tarde noche había movimiento de planeadoras, Guardia Civil,...

Y esto a nivel personal, no creo que tuviera nada que ver el "Cervantes".
Un saludo.
Me identifico por si alguien quiere debatir esos puntos que expongo de forma privada.

Alberto Pérez
tio_ambeto@yahoo.es

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