Muchos conocerán a Robert Scheidt y Ben Ainslie, dos de los mejores laseristas de la historia. Scheidt es brasileño, nacido en 1973 y Ainslie es cuatro años más joven, y birtánico. Ambos coincidieron en Atlanta 96 y Sydney 2000 en la clase láser. En Atlanta 96 el brasileño estaba en lo alto de su carrera como laserista, y Ainslie competía en sus primeros JJOO en la clase. Sydney fue la última olimpiada para Anslie como laserista, y fue el escenario del duelo más encarnizado y memorable que se ha registrado encima de estos "trozos de plástico tela y tubo".
En Atlanta Scheidt se llevó el oro y Ainslie la plata en una
última manga donde ambos resultaron descalificados (DSQ). Esto benefició al brasileño, que se llevó el oro olímpico dejando al inglés con ganas de revancha en Sydney, 4 años después.
En 2000, se llegó a la
última manga con 2 puntos de ventaja para Ainslie sobre Scheidt. Todo estaba abierto y cualquiera de los dos podía ganar.
Para Scheidt sus oportunidades de asegurar el oro consistían en llegar antes que Ainslie, o hacer un puesto mejor que un 21. Con un 20 Scheidt descataría su peor resultado en las mangas anteriores. En ambos casos el brasileño ganaría el oro.
Para Ainslie, su oportunidad residía hacer que Scheidt quedase en el puesto 21 o peor, porque si el brasileño hacía un puesto mejor que 20 descartaría un resultado anterior dándole matemáticamente el oro. Paradojas del sistema de puntuación, el british lo tenía más crudo que el brasileiro.
El día de la última manga, no había buen viento. Hubo un aplazamiento, luego una salida con llamada general y de nuevo otro aplazamiento. Me imagino a estos dos en un septiembre caluroso en Australia, esperando para jugarse sus útimos cuatro años de dieta, gimnasio y trabajo en una manga de 45 min por la gloria del oro olímpico ante los ojos de la vela mundial. Si fuese yo, con los nervios, habría empezado a comerme los guantes al segundo aplazamiento.
El caso es que hubo salida, y dese el principio Ainsliey marcó a Scheidt, olvidándose del resto de competidores. En la salida, el británico consiguió colocarse delante del brasileño y la batalla duró hasta la primera boya de barlovento, al que llegaron 90 segundos después del barco que le precedía, y 3 min y 18 segundos después del primero que viró la boya. Épico, ¿no?
Precísamente en esa boya, Scheidt consigue pasar a Ainslie y ahí comienza el intento de Scheidt de remontar posiciones. El brasileño recortó toda la distancia que le llevaba la flota hasta que alcanzó a Stanley Tan, de Singapur, adelantarle era lo único que separaba a Scheidt del oro. Pero el brasileño no pudo hacerlo.
Como cualquier regata que se precie hubo protestas, durante cuatro horas, se discutieron las presentadas por ambos. Ainslie alegó, precísamente contra la maniobra en la que Scheidt le adelantó en la boya de barlovento, y Scheidt consideraba como infracción una maniobra de Ainslie en la salida. La única oportunidad de Scheidt era que Ainslie fuese descalificado (DSQ), pero su protesta se entregó fuera de tiempo y el británico se llevó el oro.
En este vídeo se puede ver un pequeño resumen de lo que pasó aquel día. Al británico lo sacan del agua en volandas montado en su barco. Bonito ¿eh?.
¿Qué es de estos dos?. Pues Scheidt se pasó al Star y compitió en los últimos juegos olímpicos de Pekín, en los que también estaba su archienemigo Ainslie, que ahora se pelea con Rafa Trujillo en Finn. Los dos han dado uno de los mejores duelos de la vela olímpica que se recuerdan. Espero que lo hayáis disfrutado.