Flashback: Mi primer día en un láser

Esto que vais a leer lo escribí hace ya tres años, en noviembre de 2007, cuando recién comprado mi láser me encontré navegando uno de los primeros días con un viento medio, de esos que hacen que tengas que ir bastante colgado en las ceñidas. Me ha parecido que debía estar en este blog, así que ahí va.
 
Llevaba mucho tiempo buscando un barco de vela ligera que me diese la oportunidad de salir sin depender de tripulación y hacer ejercicio en mi deporte preferido. Estuve mucho tiempo viendo las opciones, el RS Vareo o el Musto Skiff me gustaron mucho, pero el precio (sobre todo el del Musto) y el que por aquí no haya ninguno de estos dos me hechó para atrás. Otra cosa que quería es poder hacer alguna regata, y como en la ría hay algunos llegué a la conclusión de que el Láser Standard era mi barco.

Después de leer un montón de información sobre el láser y como comprarlo, busqué uno cerca de Vigo, pero al final vi un anuncio, me lié la manta a la cabeza y me fui hasta Santoña, Cantabria para conseguirlo. Por cierto el viaje merece la pena aun sin comprar el barco, me gustó mucho Santander.


Ya he salido unas cuantas veces, pero hoy ha sido la primera con viento, unos diez nudos !! y qué sensación ¡¡. Monté en la rampa de Bouzas y salí hacia la boca de la dársena (500 m) con poco viento, pero al virar la farola verde del espigón vi el viento del NE de unos 10 - 12 nudos y los pelos de lomo se me pusieron de punta al saber que hoy sí, iba saber de verdad lo que es navegar en láser.


Empiezo a ceñir, enseguida el barco arranca y escora obligándome a sacar el
cuerpo un poco, hay un poco de ola corta, cazo cunningham y aflojo pujámen, la bolsa en la vela hace que el barco se escore más y me obliga a sacar más cuerpo usando la cincha. Al adrizar el barco orza solo, acelera, y ahí es donde empiezo a flipar, a usar de verdad mis sorprendidos abdominales y los ¿cuadriceps? de mis piernas. Ensayo un par de viradas hacia Moaña y alcanzo por la popa un crucero que está izando mayor, el láser va bastante rápido, no sabría decir la velocidad, por que estoy acostumbrado al crucero, me obliga a colgar y ya me duelen los musculitos que deben estar preguntándose porqué les toca trabajar hoy. Así que cuando el crucero iza mayor y génova a mi barlovento agradezco de verdad no tener que colgar tanto. Arpovechando el "descanso" y decido virar bajo la mirada de los del crucero, que debieron partirse el culo de risa cuando al tardar en cambiar de banda llega !!mi primer vuelco¡¡.

Todo se me pasó como en cámara lenta, como cuando vas a tener un accidente de coche. Vi que el barco se iba y me agarré a la regala de barlo, pero la botavara ya estaba en el agua arrastrando al palo, nada que hacer. Escalo por la bañera y paso la pierna por encima de la borda hasta la orza. Allá arriba subido veo como la vela está entera dentro del agua, pasan unos segundos eternos en los que ya empezaba a intentar recordar lo que hay que hacer para desvolcar un barco quilla al sol, hasta que mis 86 kg (
que sepáis que ahora ando cerca de los 80 kg...) encima de la orza y mi fé ciega en la ley de la palanca empiezan a ganar. Cuando el agua se vacía de la vela todo vuelve a su sitio y me quedo con medio cuerpo dentro del agua, subiendo con la agilidad de nuevo a la bañera, aunque los cardenales que he descubierto en mis brazos me dicen que de agilidad, la justa.

Cuando conseguí volver a la ceñida estaba mojado del pecho para abajo, pero mas contento que un rey viendo que, a efectos prácticos, sabía mantener mi
cuerpo dentro del barco.

Llego hasta la estación marítima y el viento empieza a caer. Un NE en la ría de Vigo no dura mucho salvo que sea verano, así que empiezo a volver ensayando las trasluchadas y navegar contraamurado, que en el láser es muy usado. El viento sigue cayendo y cuando estoy ya dentro de la dársena cae del todo. Con lo poco que hay voy a un través hacia la rampa y de paso me da tiempo a ver con detalle al ARTEMIS, el imoca open 60 de la Transat Jacques Vabre que están izando en el travel de Marina Davila, menudo bicho. Saludo a los guiris que lo están "empaquetando" y continuo remando con la vela y la pala hacia la rampa.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi primera salida en Laser fue algo mas accidenatada, pues habia unos 18 nudos , y volqué 6 o 7 veces, perdi el timon completo (un amigo buceó hasta el fondo a buscarlo), estuve dos semanas con unos cardenales en los brazos que ni te cuento ( y unas agujetas...) , pero dentro del poco tiempo que tengo , cada vez me gusta mas...

laserista torpe dijo...

A pesar de las agujetas, los cardenales, y las rodillas peladas algo debe tener la vela ...

Anónimo dijo...

El primer día en laser siempre se recuerda, es como el primer polvo que echas en tu vida; estas deseandolo pero parece que no estas a la altura de las circunstancias, pasado el tiempo vas acompasando tu cuerpo al suyo.

Anónimo dijo...

El primer día comprendes en qué consiste la vela olímpica, el segundo comienzas a disfrutar, el tercero te faltan adjetivos así casda día que sales, hasta agotar el diccionario, pero el más inolvidable, es aquel que confiado, sacas todo el trapo, a pesar de la razón, te pilla la rasca o lo que te caiga, y aunque no rompes nada, que ya es milagro, tal regreso, te queda la inolvidable experiencia de no ser capaz de entrar a puerto, porque no hay forma de enderezar el barco en popa entre ola y viento. De través, al final, lo consigues pero dando zurzidos y toda suerte de viradas por avante y con cautela, no vaya a ser que encima pinches y te quedes sin barco. Tiago, gracias por tu constancia con este trasto llamado Laser. RM

laserista torpe dijo...

Para el último anónimo, caliente caliente, pero mi nombre no es Tiago

Anónimo dijo...

Iago C.???? por cierto soy el del velero que te vio volcar por primera vez jejeje

Anónimo dijo...

Muy bueno,
yo tengo un Estel (parecido al laser). En mi primera salida en solitario le pegué un viaje a un velero con el casco de acero y aún tengo, en la punta de la proa, una mancha de pintura azul que le arranqué. No se la he quitado ni lo pienso hacer. Cada vez que la veo me recuerdo de mi primer dia!!
Un abrazo!!
Gran Blog!!!

laserista torpe dijo...

Gracias "estelista anónimo" :)

cenutrio dijo...

Mi primer día, ni lo recuerdo. Probablemente sería entre prueba y prueba en una regata de optimist de verano. Bouzas o Panjón serian candidatos. Creo recordar que fue en el laser beige de Flipper pero tengo mis dudas.

Pero la primera regata si la recuerdo. El trofeo Diera (Oporto 85) que ganó Chapu con casi un centenar de Lasers. El día de estreno fue de los duros, la mitad de la flota se quedó en tierra, olas imposibles, 20 nudos que seguro que eran sobre 14, pero bueno, con 60 kilos, todo impresiona.

El hecho es que solo se hizo una prueba de las de siempre, triángulo olímpico de no se cuantas millas. Ni por asomo se veían las balizas, y no era solo por las olas. Todavía recuerdo ir de los últimos y volcar en la popa exactamente 14 veces. Lo recuerdo porque en todas me hice daño, y no me refiero exclusivamente al orgullo. Lloré de desesperación y abandono. Allí no quedaba nadie y dudaba tener las fuerzas para volver y aún me quedaba la última ceñida si es que de una vez era capaz de tomar la baliza de sota! Esa era otra, a parte de que en aquellos años el salvamento era inexistente, tenían la costumbre de mandarte lejos. Era un deporte de hombres, aunque algunos apenas éramos crios.

Recuerdo llegar casi de noche, que me sacaron y desmontaron el barco, y que me llevaron porque la hipotermia me impedía.

Lo que pude llorar en el mar aquel día... y sin embargo, sigo enganchado.

cenutrio

laserista torpe dijo...

Cenutrio, enganchado no, lo tuyo es adicción.

un abrazo

LT

Anónimo dijo...

mi primer dia de laser tu ve que hacer una regata con 18 nudos no volque pero el stick se me salio unas tres veces y acabe con unos chichones tremendos, ese dia me lo pase genial ya que encima me quede segundo en el ranking de la regata

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...