Semana del Atlántico 2012: Europa Laser Cup - Vigo. Segundo día.

Como estaba anunciado hoy entró el NE fuerte. Me levanté tempranito y llegué antes para ver la ría desde el espigón de R.C.N de Vigo. Al principio parecía un día normal de los de bocana, y nada anunciaba lo que saltó luego (salvo los pronósticos del tiempo, claro). Por lo visto se llegó a los 25 nudos, en las crónicas se habla de 30, pero esto siempre se escribe para darle bombo a las noticias.

Este es mi laser, hay muchos otros, pero este es el mío. Él me cuida de todo mal.

El comité retrasa tres cuartos de hora la salida, pero vi a la gente con ciertas ganas de salir al agua después del día de poco viento de ayer. Finalmente todos al agua y el viento que empieza a subir.

La marea estaba subiendo y no había demasiada corriente, el viento del NE en barlovento era más fuerte y el comité tenía ganas de hacer mangas. Los standard llegamos a tres, y la organización se quedó con ganas de hacer alguna más, visto el parte de mañana.

Primera manga y salida por la boya (no sé que pasaba hoy que todas fueron por ese lado). Empiezo ciñendo con ganas, pero enseguida el viento empieza a subir. Me da tiempo de ver de cerca como navegan los Lituanos, dos chavales que no deben pesar cada uno más de 75 kilos, pero que llevan el barco plano y la escota cazada a tope, cuando yo con 85 apenas soy capaz de mantenerlo adrizado. La forma de colgar en la banda marca mucha diferencia en el láser, y sospecho que llevo la cincha demasiado floja.

Salgo y me voy a la izquierda, poniendo un ojo siempre en Serafim Gonçalves (que está noveno y yo décimo). Serafim se me despega y vira como a 1 min de mi en barlovento, y en el largo, con la orza cantando al bajar la ola, veo como el Inglés rompe la base del palo justo antes de la popa.

En la popa Serafim se me va, y el viento amaina un poco al llegar a sotavento. Detrás tengo a un portugués que se me acerca peligrosamente, pero en la ceñida cojo un par de roles y parece que me arrimo a Serafim. Vuelve a subir el viento y en el ultimo través con el sol en toda la cara, el mar brillando y Vigo al fondo, voy solo y disfruto un rato. Entro noveno, no está mal.

Segunda manga, otra vez salida por la boya, pero yo decido no meterme en el lío. Ceñida esta vez por el medio del campo, intentando coger algún role, pero se hace difícil navegar, el viento sigue subiendo y los pantocazos son continuos. Con viento, cualquier detalle se magnifica, y mi guante izquierdo que está gastado, hace que me resbalen la escota y la caña en esa mano. Llego a barlovento y otra vez el viento sube, me doy cuenta de que es porque estamos cerca del monte de la Guía, donde la ría se estrecha.

En la popa descubro el mítico lío en la escota y mientras intento deshacerlo clavo la proa en una ola. Bañera llena de agua y yo allí como un bebé tomando su baño con el agua por las rodillas, solo me faltaba el patito.... Llego a sotavento con Serafim muy por delante, y durante la ceñida me dedico a sobrevivir e intentar no llenar la bañera de agua. De nuevo en la popa otro lío en la escota, pero esta vez parece que se deshace bien. En una buena planeada traslucho y arrumbo hacia la puerta de sotavento, cuando justo después una racha me hace volcar a barlovento, la peor de las formas para volcar, tanto para el físico como para la moral.

Aun así los que llevo por detrás deben estar pasándolo mucho peor que yo, porque nadie me pasa, y consigo cruzar la línea décimo (el inglés que había roto el palo en la primera manga, consiguió llegar a la salida de la segunda con una base nueva).

Cuando el viento arrecia aun más, el comité llama para otra prueba. Mastico dos mordiscos de bocadillo y allá voy, pensando en las horas de fisioterapeuta que me va a costar esta tercera manga.

Nuevamente salida por la boya y yo en medio del petate. Salgo y viro hacia la derecha, pero ya no pienso en roles ni en Serafim ni en puestos. Simplemente intento mantener la bañera seca y el barco razonablemente adrizado. Me cruzo un par de veces con Tiago Morais, el líder de la jornada anterior, que parece estar sufriendo con tanto viento, y que no tuvo un buen día. En barlovento los borregos se alargan  y consigo hacer un largo con el agua asomando por la caja de la orza, el hmmmmm de la vibración, y yo agarrado a la unión de la caña y la extensión apretando el culete.

Esta vez en la popa el viento baja algo, pero no consigo acercarme a Serafim. Durante la ultima parte de la siguiente ceñida me cuadra virar la boya con la flota de radial, y me cruzo con un holandés con el que luego estuve charlando un poco. Un laserista de 65 años, y que cuando me lo crucé debía ir entre los 15 primeros de los radiales... sin palabras. En la popa decido que aunque haya más pruebas yo me iré a puerto, porque me dan calambres en las manos y mis cuádriceps están pidiendo tregua. Nada pasa en el último largo, no consigo ver a los que vienen detrás mía (todos se habían retirado menos uno). Cruzo la línea, me cuentan que ya no hay más pruebas y entro feliz, entero y cuerdo en puerto.

Total, que hoy he conseguido dos 10º y un 9º, y estoy décimo a tres puntos de mi amigo Serafim. Mañana el pronóstico es de poco viento, y apostaría a que no va a haber mangas.

2 comentarios:

EuskoLaser.com dijo...

Enhorabuena Iago! Buena jornada de regata ... DEPORTE con mayúsculas.

laserista torpe dijo...

Hoy por la tarde, como los futbolistas: Baño y masaje, que mañana hay que ir al trabajo.

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